Las vacaciones me
permiten la experiencia de la lectura
pausada , de la lectura de todo ( los fines de semana también) y comparto hoy un poema de la nicaragüense Gioconda
Belli (1948). Dos textos para soñar y crear. Un poema y un texto ensayístico para
revisar nuestras creencias con respecto a los cambios del planeta y de nuestras
vidas.
Dar especial atención a nuestra idea del Ser y su conciencia ( ¿la nuestra? ) ,permitirnos hoy ver el mundo, nuestro país en las acciones y palabras nuestras y ajenas. Me detengo al reconocer que no debemos desestimar “el grito ajeno”:
Dar especial atención a nuestra idea del Ser y su conciencia ( ¿la nuestra? ) ,permitirnos hoy ver el mundo, nuestro país en las acciones y palabras nuestras y ajenas. Me detengo al reconocer que no debemos desestimar “el grito ajeno”:
“Me imagino una cruzada para inventar impulsos eléctricos por
donde viaje la alegre promesa de un cielo en la tierra. ¿Será entonces mi rol
de paridora de palabras la invasión de ese cuadrilátero celeste que brilla
sobre mi mesa de trabajo? ¿Gritar frases inspiradas que subleven rebeliones al
batir alas en habitaciones distantes? ¿Hacer que la computadora huela a canela
y transmita lirios, y que batan a rebato los cursores como pequeños ecos del
corazón?
¿Seré cibernauta en una era de exploraciones donde se develen
los territorios amplios de la conciencia, las infinitas combinaciones de
lóbulos y parietales interactuando? ¿Asistiré a la danza impredecible de
millones de mentes reflejándose entre sí, expandiéndose y volviéndose a
reflejar. Una infinita cantidad de neuronas estimulándose, acariciándose,
haciéndose el amor? Comunidades convocadas con el leve pulsar de una tecla
cohabitando en el espacio común de una misma inteligencia. Los barcos en la
niebla del ciberespacio sonando sirenas de navegantes. La sigilosa desaparición
de cercos y alambradas.
¿Será acaso
éste el sentido más profundo de la frase oscura del Génesis: en el principio
era el Verbo? ¿La palabra como principio vital? ¿Los números su alimento
primigenio?”
Las palabras de la escritora Gioconda Belli
describen las conexiones/comunicaciones en nuestra época y nos invitan al contacto
piel a piel:
“Navegando por los vastos espacios interconectados Afirmaré
sobre el teclado la nostalgia por las quimeras y la irrenunciable permanencia
de los gozos esenciales: El rosa oscuro de los cuerpos. Su fusión nuclear
gestando el Universo. El anverso de la mano intuyendo en la mejilla la cercanía
del sol. El vientre ejecutando su programa perfecto: la eternidad de los
columpios en los parques. La negativa a que jamás se olvide el tajo sangrante
del grito ajeno.”
En Venezuela vivimos
cambios fuertes que no pueden ser ocultados y/o silenciados con palabras .La
fuerza del fuego y de las aguas genera gritos ,voces que no son silenciadas con
facilidad, imágenes circulan por las redes sociales creando impacto en todos. Fuego
y Agua frente a palabras?
Fuego y Agua frente
a palabras! Defendamos las nuestras dando la atención y creando la reflexión
para no repetir viejos errores. Las nuestras para apoyar y crear la
transformación necesaria.
Los
portadores de sueños de Gioconda Belli
está
escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.
Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores;
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.
Desde pequeños venían marcados por el
amor.
detrás de su apariencia cotidiana
guardaban la ternura y el sol de
medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a
muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres
traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de
hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo
los portadores sueños,
atacados ferozmente por los
portadores de profecías
habladoras de catástrofes.
Los llamaron ilusos, románticos,
pensadores de utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la
memoria del paraíso
es antigua al corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les
temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas
las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del
vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que
los
multiplicaban y los hacían correr y
hablar.
De esta forma el mundo engendró de
nuevo su vida
como también había engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños
sobrevivieron a los
climas gélidos pero en los climas
cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules,
las lluvias
torrenciales tuvieron algo que ver
con esto,
la verdad es que como laboriosas
hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar
y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y
mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer,
se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se
querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la
felicidad.
Eran felices en su mundo de azúcar y
de viento,
de todas partes venían a impregnarse
de su aliento,
de sus claras miradas,
hacia todas partes salían los que
habían conocido
portando sueños soñando con profecías
nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas
y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que
terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos
diseñarían
puentes, jardines, juguetes
sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad
del hombre.
Son peligrosos - imprimían las
grandes rotativas
Son peligrosos - decían los
presidentes en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los
artífices de la guerra.
Hay que destruirlos - imprimían las
grandes rotativas
Hay que destruirlos - decían los
presidentes en sus discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los
artífices de la guerra.
Los portadores de sueños conocían su
poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había
engendrado
para protegerse de la muerte que
anuncian las
profecías y por eso defendían su vida
aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de
colores.
Los profetas de la oscuridad se
pasaban noches y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para
soñar
no ve los sueños ni de día, ni de
noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran
tráfico de
sueños que no pueden detener los
traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes
lazos
que sólo esta nueva raza de hombres
puede ver
la semilla de estos sueños no se
puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piececitos soñadores alborotan
los vientres
que los albergan.
Dicen que la tierra después de
parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de
los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos
visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que
anuncian las
profecías.
Belli,G La
Escritora de Cara al Milenio. Disponible enhttp://www.sololiteratura.com/gio/gioartlaescritora.htm
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