La escritura y la lectura nos brindan la
posibilidad del deleite de las imágenes,
de las palabras. En la antigüedad griega se cantó con imágenes visuales y …
auditivas construyendo un énfasis que todavía nos acompaña. Debo escribirlo, no
son comunes y/o fáciles las imágenes gustativas, ni las olfativas.
Explico un poco, describir en palabras el sabor de un alimento exige asociaciones y
un inventario léxico apropiado para todos los participantes de la información.
Explicar lo amargo, lo dulce, lo ácido o lo picante requiere de las palabras
precisas para producir en los otros la evocación de la imagen propia-personal
de ese sabor.
Sumito Estévez en su diario nos define el
sabor como “una interpretación que un
colectivo hace de la excitación química del sentido del gusto , asociando un
nombre (asado negro) y un criterio subjetivo (sabroso) a lo que entra por la
boca.” (258) Cierto! Muy cierto interpretamos una reacción de nuestro cuerpo
transformándola en palabras.
Sumito escribe y describe el gusto asociado
al tacto: la temperatura, la frescura, la untuosidad, la proporción son parte
de las referencias embriagadoras, placenteras, seductoras mencionadas en el
texto. Crujiente, cremoso, grasoso, espeso, duro, gelatinoso son algunos de los
adjetivos utilizados para contar de su experiencia al saborear.
Sin embargo, quiero citar del libro una
experiencia olfativa de gran contenido emocional:
“Me pregunto con
honestidad si sometidos a la prueba de la venda, sabríamos reconocer entre diez
personas el olor del cuello de quien duerme cada noche a nuestro lado…me
pregunto y con algo de ansiedad espero que mi respuesta sea sí. (151)
El
chef se confiesa en sensaciones, en costumbres y en sus preocupaciones; nos
cuenta y describe en nuestras costumbres al comer, al recibir visitas, al
hablar, al definir y describir. El libro cuenta las costumbres de Venezuela y
de sus experiencias en otros países. Su columna
Diario de un chef publicada
semanalmente en El Diario El Nacional
se transforma en un libro de interés para todos los sensibles degustadores del
mundo.
Uno de sus textos lleva por título Principios: esos innegociables:
Su Credo se encuentra en ese capítulo y en varias
páginas del libro (su lectura es un regalo para nuestra colección de recuerdos
de olores, sabores y sonidos del hogar).
·
Creo en el derecho a disentir como algo sagrado
·
Creo que todo cocinero es responsable de la
salud de quienes alimenta
·
Creo que como cocinero soy responsable de la
preservación del acervo de mi patria
Para el placer y por el placer vivimos. Placer de comer y de nombrar…
sofrito, tostadito.
Diario de un Chef o comer para entendernos
Sumito Estévez en
su columna Comer sin gusto del 29 de
enero de 2012 escribió “la boca es una poderosa compuerta para entendernos”.
Clave extraordinaria para nuestra observación y valoración de nuestros ritos
cotidianos.
Comer es sentir: saborear es activar todo un
laboratorio sensorial que es estimulado en la boca y envía información a
nuestro cerebro. Ese acto físico se transforma en proceso cognitivo de
interpretación de sensaciones y emociones.
Nuestros recuerdos más poderosos están
asociados a la comida elaborada por los adultos significativos de nuestra
infancia: mamá, abuelas, tías, hermanas
y/o papá, abuelo, tíos, hermanos. Esos seres autorizados para encender
la cocina en casa.
Arepas, sopas, dulces, carnes son sabores y
recuerdos felices o tristes según sea nuestra vida. Hay recuerdos anclados en
experiencias de seguridad, felicidad y amor que se activan al volver a comer sopa
de pollo, un hervido o un cruzado (sopa de res y pollo). Experiencias de comer
con los dedos “Coporo frito”, ese pescado de río de sabor terroso como la papa
y de carne muy espinosa que se come muy tostado para dorar las espinas y… saborearlas.
Sumito nos permite en su libro calibrar
nuestras costumbres, nuestras reacciones y nuestros recuerdos frente a la
comida y al comer. Unido a ello nos
brinda una lectura única de nuestras costumbres gastronómicas para demostrar la
posibilidad de saborear la lectura.
Referencias
Estévez,S (2011)
Diario de un chef. Caracas :
Editorial CEC.S.A. Los Libros de El Nacional
Puedes revisar la columna de Sumito en su blog : http://sumitoestevez.blogspot.com/
Puedes revisar la columna de Sumito en su blog : http://sumitoestevez.blogspot.com/
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