Entrevista
a Juan Fernando Bou Pérez. Licenciado en Psicología, Director de la Escuela
Europea de Coaching en Valencia, coach y autor de los libros "Coaching
para docentes: el desarrollo de habilidades en el aula" (2007) y "Por
la boca muere el pez" (2004)
14/03/2011
¿En
qué consiste el coaching? ¿Cuáles son los ámbitos en los que se aplica de forma
habitual?
El coaching se podría definir como una técnica o herramienta poderosa de cambio que permite orientar a las personas, al grupo o a las organizaciones hacia el éxito, hacia la consecución de los objetivos, metas o retos que nos marquemos. En el ámbito de la enseñanza, además queremos conseguir una metodología diferente de trabajo que permita mejorar la calidad del sistema educativo, un reto extraordinario que debemos afrontar entre todos cuánto antes y que se ha convertido en mi principal misión.
El coaching está muy extendido en el ámbito de la empresa pero empieza a aplicarse en otros sectores como el deportivo, el educativo o el sanitario.
¿A qué cree que es debida la importancia creciente del coaching?
Las personas vivimos en sociedades cada vez más complejas, con una diversidad social, cultural, económica, política y religiosa que dificulta las relaciones personales y la consecución de los objetivos individuales y profesionales, la tan ansiada felicidad. A eso se une una situación actual donde conviven una crisis económica galopante y la ausencia de una escala de valores de referencia.
En el mundo de la enseñanza, y para intentar solucionar entre otros los elevados índices de fracaso escolar y la desmotivación del profesorado, abogamos desde el coaching por un modelo educativo cooperativo (en el que participen todos los actores del sistema educativo: instituciones, colegios, padres, profesores y alumnos) que no sólo ponga el énfasis en las competencias académicas (curriculares) sino, que también desarrolle en los alumnos competencias relacionales, emocionales e intelectuales que les ayuden a dar respuesta no sólo a problemas del aula sino también de la vida cotidiana.
¿Cuáles son las claves para compaginar bienestar y éxito profesional?
Debemos elegir una profesión que cubra todas nuestras necesidades, no sólo las primarias sino sobre todo las de realización personal. En ese sentido la profesión de docente no puede ser desempeñada por cualquiera porqué es una profesión eminentemente vocacional y eso no sólo va dirigido a los futuros profesores sino también a los que se encargan de seleccionarlos. En las pruebas de oposición del profesorado, no sólo debería evaluarse la competencia académica sino también la actitud hacia la profesión. En nuestros talleres de coaching para docentes hacemos mención especial a este tema e incluso, somos muy críticos con aquellos que han elegido la profesión de docentes sabiendo a conciencia que no tenían la vocación.
¿Qué importancia tiene el autoconocimiento en el proceso de coaching?
Es fundamental, sin ese primer paso de toma de conciencia y de autoconocimiento personal será difícil ayudar a los demás. En este sentido, el docente además de las competencias técnicas necesarias pero no suficientes para el buen desempeño de su actividad profesional, debería tener un conocimiento de sí mismo extraordinario que le permitiera mantener una actitud coherente (similitud entre lo que piensa, dice y hace) y congruente (con su sistema de valores) delante de su clase ante cualquier circunstancia para poder generar la máxima confianza con sus alumnos.
¿Qué funciones puede desempeñar un coach en el ámbito educativo y cuáles son les personas implicadas en su trabajo?
Un coach en el ámbito educativo trabaja, ya sea a nivel individual, de equipo o a través de talleres formativos, con todos los actores del sistema educativo (instituciones públicas, centros de enseñanzas, familias, profesores y alumnos) con el fin de que mejoren sus capacidades o habilidades en el desempeño de su actividad profesional diaria, para concienciarles de la necesidad de un nuevo sistema educativo y ayudarles a mejorar la calidad de la enseñanza, para recuperar la motivación en su actividad, para gestionar mejor el centro escolar o para solucionar cualquier problemática personal o profesional.
Con los directivos de un centro escolar (directores, subdirectores, jefes de estudio, etc) sobre todo se incidirá en la mejora del liderazgo con sus equipos, con los profesores en ayudarles a adoptar una nueva metodología de enseñanza y desarrollar sus competencias, habilidades y recursos necesarios para obtener el máximo rendimiento del aula y mayor capacidad de sintonía con sus alumnos, a los padres técnicas de cómo educar de una manera más eficaz a sus hijos y a los alumnos habilidades que no sólo les pueden ayudar en clase sino también fuera del entorno escolar, como desarrollar la percepción, la escucha, la comunicación o la intuición.
La figura del coach educativo, ¿se trata de una nueva profesión que ha surgido debido al contexto (respondiendo a las necesidades para tratar un nuevo perfil de alumnado) o a la situación social en el entorno reglado y no reglado? ¿O bien visibiliza las funciones que ya se llevaban a cabo con una nueva denominación?
El coaching educativo, que tiene un cuerpo teórico propio y se posiciona como disciplina científica, surge porque creemos que es el momento de aportar nuestro pequeño grano de arena al mundo de la enseñanza, un sector clave para el desarrollo de la sociedad y para la formación en valores de las personas, valores de respeto a sí mismo y a los demás, de dignidad, de tolerancia,.. y de todos aquellos valores que nos ayuden a convivir pacíficamente.
Debemos establecer un sistema educativo que no cultive exclusivamente la habilidad académica a través principalmente de la cualidad de la memoria, la inteligencia tradicional sino que se dedique también a desarrollar el talento de las personas. Hace unos años era impensable oír hablar de otras competencias en el aula que no fueran las académicas, hoy se empieza a hablar de competencias intelectuales, relacionales, sociolingüísticas o emocionales, de nuevas técnicas dirigidas a mejorar la interacción social y a funcionar como personas maduras y responsables.
¿De qué forma puede influir el coaching en las actividades cotidianas del profesorado?
Como la misión del profesorado y los resultados de su trabajo, tienen hoy en día un carácter de altísimo valor estratégico para la sociedad y para la propia persona, el coach ayuda al docente al aprendizaje de técnicas de desarrollo personal que son clave para su buen funcionamiento en el aula.
En el entorno educativo, cada vez es más importante, además de la capacitación técnica especializada en el desempeño de las funciones docentes, que se dan por supuestas, el dominio de una serie de habilidades personales y socioemocionales que forman parte del coaching y que nos ayudan a establecer y construir de una manera más adecuada la relación con nuestros alumnos y sus familias.
¿Qué relación hay entre el coaching y la orientación académica y profesional?
Son dos prácticas de una misma realidad. En ese sentido estas dos disciplinas pueden ser complementarias y deben establecer sinergias para el beneficio del alumno. Desde el coaching podemos ayudar a los orientadores en la aplicación de herramientas que faciliten el trabajo con sus orientados, como la técnica del MANDALA, que es un innovador recurso que sirve para hacer reflexionar al alumno sobre su futuro, sobre lo que quiere y no quiere ser, sobre lo que quiere y no quiere estudiar.
¿Puede el coaching contribuir a mejorar las técnicas de estudio o estrategias de aprendizaje?
Por supuesto que puede, de hecho es una de nuestras áreas de trabajo. En coaching sostenemos que existe el aprender pero no el enseñar porque transmitir información genera conocimiento pero no aprendizaje y vivimos en una sociedad donde el aprendizaje se ha tornado la piedra angular para sobrevivir en un entorno complejo y cambiante. Hoy en día la información se ha universalizado y está al alcance de todos, por lo que el profesor habrá de desarrollar otras competencias en el alumno, que no sean las tradicionales de memoria y almacenamiento de datos.
Aprender a aprender ya no es sólo una actitud sino también deber ser una competencia a desarrollar necesaria para gestionar adecuadamente el cambio y conseguir los objetivos y las metas que nos proponemos.
Queremos un aprendizaje en el que los estudiantes hagan algo más que acumular información y lleven a cabo cambios en profundidad, transformaciones que afecten tanto a sus costumbres emocionales, incrementando su inteligencia emocional como a los hábitos de pensamiento, mejorando su capacidad de razonar, de trabajar en equipo, de sopesar evidencias, de diferencias hechos de opiniones, de exponer sus ideas en público, de "discutir" unos con otros, de aplicar un razonamiento deductivo o inductivo según las circunstancias, en fin que seamos capaces de formar personas maduras y responsables y no fabricar títulos académicos.
Por último, ¿qué formación y experiencia debe tener un profesional que quiere dedicarse al coaching?
En primer lugar, una formación humanística amplia. Después una experiencia profesional dilatada en el ámbito al que vaya a dedicarse, en el caso que nos ocupa, para ser coach educativo debería tener amplia experiencia en entornos académicos, ocupando puestos de directivo, docente, formador, profesor, orientador,.. o similares. Y por último, una formación específica en coaching, a ser posible con programas certificados u homologados por ICF, la International Coach Federation que es la asociación de mayor prestigio y reconocimiento internacional en el mundo del coaching.
El coaching se podría definir como una técnica o herramienta poderosa de cambio que permite orientar a las personas, al grupo o a las organizaciones hacia el éxito, hacia la consecución de los objetivos, metas o retos que nos marquemos. En el ámbito de la enseñanza, además queremos conseguir una metodología diferente de trabajo que permita mejorar la calidad del sistema educativo, un reto extraordinario que debemos afrontar entre todos cuánto antes y que se ha convertido en mi principal misión.
El coaching está muy extendido en el ámbito de la empresa pero empieza a aplicarse en otros sectores como el deportivo, el educativo o el sanitario.
¿A qué cree que es debida la importancia creciente del coaching?
Las personas vivimos en sociedades cada vez más complejas, con una diversidad social, cultural, económica, política y religiosa que dificulta las relaciones personales y la consecución de los objetivos individuales y profesionales, la tan ansiada felicidad. A eso se une una situación actual donde conviven una crisis económica galopante y la ausencia de una escala de valores de referencia.
En el mundo de la enseñanza, y para intentar solucionar entre otros los elevados índices de fracaso escolar y la desmotivación del profesorado, abogamos desde el coaching por un modelo educativo cooperativo (en el que participen todos los actores del sistema educativo: instituciones, colegios, padres, profesores y alumnos) que no sólo ponga el énfasis en las competencias académicas (curriculares) sino, que también desarrolle en los alumnos competencias relacionales, emocionales e intelectuales que les ayuden a dar respuesta no sólo a problemas del aula sino también de la vida cotidiana.
¿Cuáles son las claves para compaginar bienestar y éxito profesional?
Debemos elegir una profesión que cubra todas nuestras necesidades, no sólo las primarias sino sobre todo las de realización personal. En ese sentido la profesión de docente no puede ser desempeñada por cualquiera porqué es una profesión eminentemente vocacional y eso no sólo va dirigido a los futuros profesores sino también a los que se encargan de seleccionarlos. En las pruebas de oposición del profesorado, no sólo debería evaluarse la competencia académica sino también la actitud hacia la profesión. En nuestros talleres de coaching para docentes hacemos mención especial a este tema e incluso, somos muy críticos con aquellos que han elegido la profesión de docentes sabiendo a conciencia que no tenían la vocación.
¿Qué importancia tiene el autoconocimiento en el proceso de coaching?
Es fundamental, sin ese primer paso de toma de conciencia y de autoconocimiento personal será difícil ayudar a los demás. En este sentido, el docente además de las competencias técnicas necesarias pero no suficientes para el buen desempeño de su actividad profesional, debería tener un conocimiento de sí mismo extraordinario que le permitiera mantener una actitud coherente (similitud entre lo que piensa, dice y hace) y congruente (con su sistema de valores) delante de su clase ante cualquier circunstancia para poder generar la máxima confianza con sus alumnos.
¿Qué funciones puede desempeñar un coach en el ámbito educativo y cuáles son les personas implicadas en su trabajo?
Un coach en el ámbito educativo trabaja, ya sea a nivel individual, de equipo o a través de talleres formativos, con todos los actores del sistema educativo (instituciones públicas, centros de enseñanzas, familias, profesores y alumnos) con el fin de que mejoren sus capacidades o habilidades en el desempeño de su actividad profesional diaria, para concienciarles de la necesidad de un nuevo sistema educativo y ayudarles a mejorar la calidad de la enseñanza, para recuperar la motivación en su actividad, para gestionar mejor el centro escolar o para solucionar cualquier problemática personal o profesional.
Con los directivos de un centro escolar (directores, subdirectores, jefes de estudio, etc) sobre todo se incidirá en la mejora del liderazgo con sus equipos, con los profesores en ayudarles a adoptar una nueva metodología de enseñanza y desarrollar sus competencias, habilidades y recursos necesarios para obtener el máximo rendimiento del aula y mayor capacidad de sintonía con sus alumnos, a los padres técnicas de cómo educar de una manera más eficaz a sus hijos y a los alumnos habilidades que no sólo les pueden ayudar en clase sino también fuera del entorno escolar, como desarrollar la percepción, la escucha, la comunicación o la intuición.
La figura del coach educativo, ¿se trata de una nueva profesión que ha surgido debido al contexto (respondiendo a las necesidades para tratar un nuevo perfil de alumnado) o a la situación social en el entorno reglado y no reglado? ¿O bien visibiliza las funciones que ya se llevaban a cabo con una nueva denominación?
El coaching educativo, que tiene un cuerpo teórico propio y se posiciona como disciplina científica, surge porque creemos que es el momento de aportar nuestro pequeño grano de arena al mundo de la enseñanza, un sector clave para el desarrollo de la sociedad y para la formación en valores de las personas, valores de respeto a sí mismo y a los demás, de dignidad, de tolerancia,.. y de todos aquellos valores que nos ayuden a convivir pacíficamente.
Debemos establecer un sistema educativo que no cultive exclusivamente la habilidad académica a través principalmente de la cualidad de la memoria, la inteligencia tradicional sino que se dedique también a desarrollar el talento de las personas. Hace unos años era impensable oír hablar de otras competencias en el aula que no fueran las académicas, hoy se empieza a hablar de competencias intelectuales, relacionales, sociolingüísticas o emocionales, de nuevas técnicas dirigidas a mejorar la interacción social y a funcionar como personas maduras y responsables.
¿De qué forma puede influir el coaching en las actividades cotidianas del profesorado?
Como la misión del profesorado y los resultados de su trabajo, tienen hoy en día un carácter de altísimo valor estratégico para la sociedad y para la propia persona, el coach ayuda al docente al aprendizaje de técnicas de desarrollo personal que son clave para su buen funcionamiento en el aula.
En el entorno educativo, cada vez es más importante, además de la capacitación técnica especializada en el desempeño de las funciones docentes, que se dan por supuestas, el dominio de una serie de habilidades personales y socioemocionales que forman parte del coaching y que nos ayudan a establecer y construir de una manera más adecuada la relación con nuestros alumnos y sus familias.
¿Qué relación hay entre el coaching y la orientación académica y profesional?
Son dos prácticas de una misma realidad. En ese sentido estas dos disciplinas pueden ser complementarias y deben establecer sinergias para el beneficio del alumno. Desde el coaching podemos ayudar a los orientadores en la aplicación de herramientas que faciliten el trabajo con sus orientados, como la técnica del MANDALA, que es un innovador recurso que sirve para hacer reflexionar al alumno sobre su futuro, sobre lo que quiere y no quiere ser, sobre lo que quiere y no quiere estudiar.
¿Puede el coaching contribuir a mejorar las técnicas de estudio o estrategias de aprendizaje?
Por supuesto que puede, de hecho es una de nuestras áreas de trabajo. En coaching sostenemos que existe el aprender pero no el enseñar porque transmitir información genera conocimiento pero no aprendizaje y vivimos en una sociedad donde el aprendizaje se ha tornado la piedra angular para sobrevivir en un entorno complejo y cambiante. Hoy en día la información se ha universalizado y está al alcance de todos, por lo que el profesor habrá de desarrollar otras competencias en el alumno, que no sean las tradicionales de memoria y almacenamiento de datos.
Aprender a aprender ya no es sólo una actitud sino también deber ser una competencia a desarrollar necesaria para gestionar adecuadamente el cambio y conseguir los objetivos y las metas que nos proponemos.
Queremos un aprendizaje en el que los estudiantes hagan algo más que acumular información y lleven a cabo cambios en profundidad, transformaciones que afecten tanto a sus costumbres emocionales, incrementando su inteligencia emocional como a los hábitos de pensamiento, mejorando su capacidad de razonar, de trabajar en equipo, de sopesar evidencias, de diferencias hechos de opiniones, de exponer sus ideas en público, de "discutir" unos con otros, de aplicar un razonamiento deductivo o inductivo según las circunstancias, en fin que seamos capaces de formar personas maduras y responsables y no fabricar títulos académicos.
Por último, ¿qué formación y experiencia debe tener un profesional que quiere dedicarse al coaching?
En primer lugar, una formación humanística amplia. Después una experiencia profesional dilatada en el ámbito al que vaya a dedicarse, en el caso que nos ocupa, para ser coach educativo debería tener amplia experiencia en entornos académicos, ocupando puestos de directivo, docente, formador, profesor, orientador,.. o similares. Y por último, una formación específica en coaching, a ser posible con programas certificados u homologados por ICF, la International Coach Federation que es la asociación de mayor prestigio y reconocimiento internacional en el mundo del coaching.
Creo que cada día amo más lo que hago... enseñar y con esa enseñanza está mi aprendizaje como docente, y este tema sobre coach educativo me gusta más. Gracias señor Juan Bou
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