jueves, 1 de marzo de 2012

Leer y contar para espantar la tristeza



Espantarle las tristezas a la gente 


No hay cosa que el tío Ramón Enrique no arregle con un cuento: que si se están peleando dos hermanos, ahí va un cuento sobre dos hermanos a los que amarraron espalda contra espalda hasta que aprendieron a tolerarse.
Que si a la tía se le quebró un santo de yeso, ahí va el cuento del milagro del santo que después de romperse se recompuso; que si mi mamá dice que tanto jugar béisbol a pleno sol me va a embrutecer, ahí va el cuento del muchacho al que el sol derritió y después resurgió de la tierra más fuerte, más inteligente y de mejor corazón.
Una noche al terminar una fiesta –yo aún estaba despierto, borracho de música–, le oí decir:
—A mí me gusta contar cuentos, para espantarle las tristezas a la gente.
Y hasta que me dormí le oí hablar de un médico que no podía curarse a sí mismo porque cobraba muy cara la consulta y no tenía dinero para pagarse y de un gato que cazó mi abuelo, que de exageración en exageración terminó convertido en tigre y de un tartamudo que aprendió a hablar por señas y entonces le dio mal de San Vito y de un amigo suyo de la isla de Margarita que orinaba hormigas y de una mujer que conoció en Italia, tan bella que su sombra era de colores.

Contar cuentos para espantar tristezas:
  Leer, contar y oír son procesos cognitivos y afectivos de conexión con otros ,sus historias, sus ficciones. En ese proceso nos transformamos en viajeros de la imaginación , nos espantamos la tristeza. No se trata de vivir la felicidad eterna sino de vivir cada lectura como la infinita posibilidad de cambiar pensamientos, acciones y vida.




Sequera Armando J.  (2001) Mosaico. Antología de Cuentos 1977-2001 .Mérida. Editorial El Otro ,el mismo
 Puedes visitar su blog : http://armandojosesequera.blogspot.com/

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