jueves, 31 de marzo de 2011

Ducha de Palabras


 Ducha de Palabras
Cuando no dibujé por unos meses, me llovieron palabras.
Ocurre que a veces mientras me ducho, me doy cuenta que además del mugre diario que me friego con una estrella de mar hecha de espuma, tengo conmigo y bajo el agua que cae de la regadera palabras y más palabras. Puedo decir que son cientos de palabras rondándome en mi desnuda desnudes e indefensión de mientras me baño y no puedo entonces hacer grandes cosas por esta causa. Son cientos, que son tal vez miles, no lo sé, pues inestables no me dejan contarlas y, mientras me baño con tantas palabras a mi alrededor, empiezo a sentirme nerviosa, a preocuparme por mi integridad desnuda que se ve amenazada por estas flores indeseadas, aves de mundos gramaticales y sintácticos, de quien sabe que enigmas, ahora rondándome, acosándome, agobiándome. Pero he de decir también que sé conservar la calma, no en un principio, sino mas bien en un momento dado, cuando en su apoteósica aparición llegan al sumo, al máximo, al colmo de su fracasada y mojada vida de ser palabras agobiadas por mi estrella de mar hecha de espuma que también les saca el mugre diario. Es así, como no cabiendo ya en la ducha, ellas y yo, así ellas y yo estemos tan desnudas y por supuesto, ninguna de nosotras lleve cartera con afeites ni apliques femeninos, espejitos, ni colores para labios y mejillas y otros tesoros impronunciables; es entonces que con el jabón las aliso y con el aguan las entibio. Las doblego en su cobardía de aparecer sin invitación, donde nadie pudieras escribirlas. Libero de su desatino a las más volantonas y convencidas, seduzco con torpe maña a las indecisas irresolutas de siempre y convido, finalmente unas y otras con amabilidad sonreída y cara de nunca te haría mal, a otra vida más prospera allá afuera. Sobre el sofá tal vez, cuando converso animadamente con la vecina que llega de visita. Cuando son de amor las palabras, con mi amor, o cuando son sensuales y elocuentes, tan calientes como el agua que me moja, explico con detalles que bien podría contarlas a la mujer de bronce que monta un toro en la estatua que he visto en un parque al regresar una tarde a casa.
Sin embargo, ocurre que no es esa mi agonía, ni la suya propia, no es ese querer que la visita sea correcta, ni que todo circule en un doblegado cauce de palabras que van y vienen en una optimista y entretenida conversación conmigo misma o con alguien más. No.
¡No, por dios!.
Ocurre que las quiero pero a mi manera, que las acepto, pero a mi manera, que me entero de ellas pero a mí manera y que de esta manera es como las oigo y que de esta manera es como cuando me hablan, sé que me están diciendo.
Ocurre que apaciguadas y mansas, porque quieran o no, yo con mi tratamiento las he domesticado y ellas, obligadas a su buena fe de palabras de diccionario, se han asentado en el fondo de la ducha porque antes se habían mojado, restregado y limpiado como yo de su insignificado y están listas para salir, ahora sí. Están listas para salir a bailar e inventar en orden acompasado,  inspiradas y elocuentes, hermosas y soñadoras. Están listas para aflorar fuera de la ducha peregrinas y retruécanas. 
Están listas para ser sus propias palabras.

Autora: Claudia Botero



Bendición de Mónica para la Cocina
Deseo para ti, pan fresco y calientito siempre en la mesa, la mantequilla a la mano; que el arroz te salga esponjadito y te sirvan siempre fresco el café; que sean dulces las ciruelas y el mango sazón, ojalá nunca te falte el aroma de limones y de vainilla, cerca de ti crezcan la albahaca, el tomillo, la hierbabuena; en la alacena haya un tarro lleno de miel. No falten nunca chocolates y almendras tostadas, alfajores y macarrón. En tu plato abunden los frutos del mar. Que te lluevan cenas de vino y velas, queden tiernas las verduras, espesa la crema, alegre sean siempre tus salsas, en su punto, martajadas. Para no dejar nada al olvido y más reiterar mi cariño, deseo para ti, la copa llena de vino aromado de terruños reverenciados, pleno de especias y frutos, redondo y sublime como un beso, como un granate, como el néctar del amor.

Autora: Mónica García Cárdenas
Los textos de hoy son para el deleite gustativo, sin preguntas. ..

viernes, 25 de marzo de 2011

¿Y Quién te ata?

Angustiado, el discípulo acudió a su instructor espiritual y le preguntó:
- ¿Cómo puedo liberarme, maestro?
El Instructor contestó:
-Amigo mío, ¿ y quién te ata?


Bibliografía: (1995) 101 Cuentos Clásicos de la India. Recopilación Ramiro Calle. Madrid:Edit. EDAF..

El ser humano tiene la potestad de elegir sus ataduras y... sus liberaciones. El cuento ¿y quién te ata? permite al lector preguntarse : ¿tengo ataduras?, ¿Quién me ata?, ¿Cuán atado/a estoy?.
Un texto corto, una imagen "ataduras" como la metáfora de sus conflictos, puede generar un quiebre acerca de las creencias del coachado, sus responsabilidades, sus sentimientos de culpa, sus fortalezas , y... su capacidad de soltar las ataduras.

sábado, 19 de marzo de 2011

Sólo se necesita el miedo...

Sólo se necesita el miedo
Había un rey de corazón puro y muy interesado por la búsqueda espiritual. A menudo se hacía visitar por yoguis y maestros místicos que pudieran proporcionarle prescripciones y métodos para su evolución interna. Le llegaron noticias de un asceta muy sospechoso y entonces decidió hacerlo llamar para ponerlo a prueba.
El asceta se presentó ante el monarca, y éste, sin demora, le dijo: O demuestras que eres renunciante auténtico o te haré ahorcar!
El asceta dijo: Majestad, os juro y aseguro que tengo visiones muy extrañas y sobrenaturales. Veo un ave dorada en el cielo y demonios bajo tierra. ¿Ahora mismo los estoy viendo!
¿Cómo es posible- preguntó el rey- que a través de estos espesos muros puedas ver lo que dices en el cielo y bajo tierra?
El asceta respondió: Sólo se necesita miedo.

Te pregunto:
Puedes ver  aves doradas en tu vida?  Hay  demonios bajo tierra?
 El cuento es una metáfora de la creación de miedos. De ese poder creador del ser humano, generador de realidades que podemos ver y sentir. Elegimos las imágenes en nuestra vida.
Cuáles son las tuyas?
Bibliografía: (1995) 101 Cuentos Clásicos de la India. Recopilación Ramiro Calle. Madrid:Edit. EDAF..

miércoles, 16 de marzo de 2011

La Escucha una interpretación

Hablar y escuchar son acciones de naturaleza humana, complejas en todos sus aspectos y generadoras de situaciones complicadas en las relaciones interpersonales.
“Hablar es abrirse a la posibilidad de exponer el ser que somos” Echeverría (2003) En las experiencias cotidianas nos mostramos y creamos una imagen de nosotros en relación a nuestras creencias, valores y representaciones familiares, sociales como hijos, padres, hermanos, vecinos, trabajadores, ciudadanos.
Cada ser humano cuenta y estructura su discurso con significados propios ( de ese yo interno, de su familia), significados comunes ( de su género, laborales, de su grupo social). Cada encuentro con otros es un encuentro de discursos con significados propios y comunes. De allí que se presenten afinidades y choques de ideas al encontrarse en contextos sociales. Además, cada persona posee la capacidad de reflexionar en torno a su lenguaje, sus ideas para transformarlas. “Hablar de nuestra habla” es definido por Echeverría como la capacidad recursiva del lenguaje y puede ser representada como la dimensión de reflexión dentro de la comunicación al permitir analizar el discurso en si mismo.
Cuando hablamos nuestras palabras, gestos “dicen “, “cuentan” de nosotros, de nuestras creencias más arraigadas en expresiones, frases y palabras de nuestra conversación. Unido a ello cuando narramos nuestro “hacer” diario o al contar anécdotas de situaciones inusuales nuestras ideas “exponen el ser que somos”. La forma de describirlas, el acento en algunos hechos, los matices para orientar en los oyentes. Todo dice nuestra voz y sus inflexiones, nuestra mirada y… también aquellos aspectos omitidos. La omisión cobra gran significado en una conversación entre padres e hijos, entre compañeros de trabajo, parejas, amigos.
Las características omitidas, esa parte de la situación no comentada, ese valioso aspecto que no se quiere mencionar puede tener diversos orígenes: miedo, desconocimiento o se le resta mérito como aspecto importante de la comunicación.
Escuchar
Escuchar
En una sesión de Coaching y en nuestra vida diaria, escuchar genera una acción de interpretación. En las conversaciones sostenidas a diario escuchamos al otro, creando una imagen de él, aceptando o no sus diferencias con nuestras creencias. Coexistiendo con el ser que se expone al hablar.

Al comunicarnos develamos y ocultamos aspectos que son interpretados por nuestros escuchas. Allí podemos referir a Habermas(1981) al señalar “en la acción comunicativa el lenguaje desempeña, aparte de su función de entendimiento, el papel de coordinar las actividades teleológicas de diversos sujetos de acción, así como el papel de medio en que se efectúa la socialización de esos sujetos de acción”(p12) En el lenguaje se muestran nuestras intenciones, nuestra percepción de las cosas, situaciones, de otras personas construimos nuestro mundo social y mostramos parte de nuestro mundo interior.
En una conversación cotidiana hablamos y escuchamos en un proceso dinámico y recíproco. En una sesión de Coaching la conversación tiene como característica que el coach espera escuchar y el coachado desea ser escuchado. El coach establece una interacción donde sus gestos, mirada y palabras generan confianza y participación de su cliente.
En ese sentido, el tiempo destinado en la sesión de trabajo de Coaching está determinado por la necesidad de “expresar el ser que es” del cliente y los vaivenes del ritmo de su narración estarán marcados por sus temores y/o preocupaciones con respecto a las situaciones vividas y planteadas en sus sesión.
La representación de sus vivencias en la exposición de sus situaciones serán claves para el coach. Al entrenarse para reconocer los sistemas representativos de las personas a su alrededor, un hablante toma consciencia del poder de escuchar y el poder de sintonizarse con el sistema de representación de sus oyentes. Para el coach la escucha es vital: su mirada, su escucha, la manera de percibir al cliente le permiten construir una idea/imagen que siempre es una interpretación.
Ese proceso de construcción está signado por la Indagación: se pregunta, se pide información, es un hablar para escuchar. Las preguntas deben estar dirigidas en dos direcciones: información acerca de los hechos (situaciones y experiencias) y la información de los juicios sobre esas situaciones y que lo conforma como un quiebre. Con la indagación se arma pieza a pieza el rompecabezas de la estructura del coachado y permite avanzar en la interpretación. Se avanzará en la cadena de emociones y juicios para detectar su importancia. Las preguntas permiten rrecabar información y corroborar algunas interpretaciones.
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Este proceso es de singular importancia porque las respuestas ratificando el acierto en la interpretación la validan ante el cliente. Permitiéndole reconocer su historia, se genera un reconocimiento de los bloqueos y/o las condiciones que obstaculizan al coachado la resolución por sí solo la situación. En la sesión de Coaching se reencontrará con una perspectiva de su historia que le posibilita observarla de forma diferente y enfrentarla.
El coachado no tiene el poder de borrar el pasado pero sí tiene la capacidad de generar nuevas interpretaciones y nuevos acontecimientos. En ese sentido, Echeverría (2003) señala: “No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Los seres humanos vivimos en mundos interpretativos”. La transformación del” ser que es” en el “ser deseado” es posible al cambiar la perspectiva, al ser consciente del mundo vivido e interpretado. Las posturas interpretativas pueden atar o liberar a su creador. La elección siempre será de quién elabora la historia y se compromete a sostenerla ante sus compañeros de vida.
Referencia Bibliográfica:
http://centrodedesarrollogerencial.blogspot.com
Echeverria, R ( 2003). Ontología del Lenguaje. Lom Ediciones S.A
Echeverria, R y Pizarro,A (2003). El Carácter del Coaching Ontológico. Newfield Consulting USA
Habermas,J (2002). Teoría de la Acción Comunicativa, II. Editorial Taur