Un perro llamado “Mussolini”
Para evitar que le robaran su
automóvil, el tío Ramón Enrique compró un perro que llamó Mussolini, al que le
enseñó todo tipo de ferocidades.
Durante los dos meses que estuvo
entrenándolo, sólo le dio de comer carne cruda y, como postre, un plato de
ajíes picantes rociados con vinagre.
Para que no durmiera y estuviera
siempre alerta y dispuesto al ataque, el tío puso en la jaula donde vivía
Mussolini una alarma que sonaba cada media hora y que sólo se apagaba si el
perro apretaba un botón con una de sus patas.
En esos dos meses, Mussolini
arrancó con los dientes dos de los árboles que había en el patio, mientras
perseguía a una lagartija; destrozó a mordiscos tres televisores porque no le
gustaba cuando interrumpían las películas con comerciales e impuso un toque de
queda en la casa y en seis manzanas a la redonda, entre las ocho de la noche y
las cinco de la madrugada.
A la primera de esas horas, el
tío, vestido con una armadura de acero inoxidable, lo sacaba de su jaula y a la
segunda lo volvía a meter.
Para probar qué tan buen perro
guardián era, un sábado el tío fue al centro de Barquisimeto y dejó al auto y a
Mussolini en una calle transversal.
Cuando volvió, una hora después,
el auto estaba en el mismo lugar, pero se habían robado a Mussolini.
Mussolini puede ser…? Mussolini se parece a…? La historia del tío Ramón
nos recuerda a?
Autor:
Armando José Sequera venezolano, periodista, escritor y productor
audiovisual.
Sequera,A (2009) Un perro llamado
“Mussolini” En 46 cuentos, un país. Varios Autores. Caracas : Monte Ävila
Editores Latinoamericana.
La Fotografía es del holandés Teun Hocks . Pueden ver su trabajo en su página web es www.teunhock.nl
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