domingo, 17 de abril de 2011

Espero Curarme de tí



  
  
                            Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
Jaime sabines
 En las historias de la mitología griega encontramos una situación de olvido y renacimiento: las almas de los muertos tomaban agua del río Leteo y olvidaban toda su vida anterior. ¡Así de fácil y… así de difícil! Se perdían todos los recuerdos, la vida entera.
  Desde la antigüedad griega se cuentan en los diferentes discursos artísticos “olvidos” o se insiste en “no olvidar”. Robert Luis Stevenson es citado en una frase “Mi memoria es magnífica para olvidar”.
  Los seres humanos acumulamos recuerdos y emociones asociadas a personas, a lugares, a situaciones para traerlas nuestro presente a voluntad. Las fechas conmemorativas, las fotografías, los olores, los sabores, los colores nos evocan situaciones agradables o dolorosas.
  La pérdida de un ser querido, de una relación amorosa o cualquier situación frustrante viene a nuestra vida con toda la carga emocional del recuerdo. El éxito de una graduación, las vacaciones contemplando el mar, la celebración de navidad son “vividas” nuevamente en el recuerdo. Nuestra memoria se activa ante esos estímulos y recordamos.
  Olvidar y recordar son  tareas nuestras!
En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor 
que se han pronunciado sobre la tierra y se les 
puede prender fuego.”(Sabines 2001)
  El rito de quemar y enviar un mensaje para purificar o para olvidar es parte de esa tarea. Regalar y vender recuerdos (Ropa, muebles, etc) permite alejar el dolor.
   Sin embargo, el proceso de olvido más complicado se encuentra en la activación de los recuerdos no físicos, esas asociaciones sensoriales, emocionales. La tendencia del ser humano es recordar los momentos felices y transformar el recuerdo en una situación perfecta. Activar la memoria y reconocer los momentos desagradables permite reaccionar.
Propongo no olvidar! Propongo recordar de otro modo! Construir una red de recuerdos no dolorosos!
   Cambia de ruta ,realiza actividades nuevas y recuerda nuevos aspectos: Los nuevos recuerdos tristes te permiten ubicar la experiencia en un espacio emocional menos ideal y en la situación contraria los nuevos recuerdos alegres te permitirán rescatar del dolor tu experiencia.
   En ambos casos la intención es abandonar el “Ay,Ay,Ay”, la queja y decidir ser dueño o dueña de la perspectiva de la vida deseada y vivida.
  El sistema de la memoria está subordinado al de las intenciones o decisiones. Lo que haga referencia a la memoria lo tenemos que considerar siempre desde el aquí y ahora, desde nuestro presente. Es desde el instante presente que el sujeto recompone otro tiempo imaginario que existe en tal presente en forma de imagen sensorial.
   La obligación de pensar las situaciones en nuestro presente y tomar las decisiones oportunas en presente subordina toda la serie de datos. No se puede decir que ninguna imagen del pasado nos asalte, sino que los datos los traemos según las necesidades actuales. Al nutrir nuestro presente con nuevas experiencias decidimos y creamos nuevas necesidades. Los recuerdos no gratos se alejarán y así tenemos una memoria magnífica para olvidar.
  Podemos seguir a Mario Benedetti: El olvido está tan lleno de memoria que a veces no caben las remembranzas y hay que tirar rencores por la borda.


Referencias:
Benedettti,M (1995)  Ese gran simulacro en El Olvido está tan lleno de memoria. Buenos Aires: Editorial Suramericana.
Catalán B,J. Memoria,Olvido,Decisión [ Artículo en línea], Disponible en : http:www.cop.es   /colegiados/a-oo512/imaginacion-y-memoria.html [Consultado: 2011,abril 15]
Sabines,J (2001) Antología. Madrid :Ediciones Carmen Bay. Colección Visor de Poesía.

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