Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
Jaime
sabines
En las historias de la
mitología griega encontramos una situación de olvido y renacimiento: las almas
de los muertos tomaban agua del río Leteo y olvidaban toda su vida anterior.
¡Así de fácil y… así de difícil! Se perdían todos los recuerdos, la vida entera.
Desde la antigüedad
griega se cuentan en los diferentes discursos artísticos “olvidos” o se insiste
en “no olvidar”. Robert Luis Stevenson es citado en una frase “Mi memoria es
magnífica para olvidar”.
Los seres humanos
acumulamos recuerdos y emociones asociadas a personas, a lugares, a situaciones
para traerlas nuestro presente a voluntad. Las fechas conmemorativas, las
fotografías, los olores, los sabores, los colores nos evocan situaciones
agradables o dolorosas.
La pérdida de un ser querido,
de una relación amorosa o cualquier situación frustrante viene a nuestra vida
con toda la carga emocional del recuerdo. El éxito de una graduación, las
vacaciones contemplando el mar, la celebración de navidad son “vividas”
nuevamente en el recuerdo. Nuestra memoria se activa ante esos estímulos y
recordamos.
Olvidar y recordar
son tareas nuestras!
“En una semana se
pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y se les
puede prender fuego.”(Sabines 2001)
que se han pronunciado sobre la tierra y se les
puede prender fuego.”(Sabines 2001)
El rito
de quemar y enviar un mensaje para purificar o para olvidar es parte de esa tarea.
Regalar y vender recuerdos (Ropa, muebles, etc) permite alejar el dolor.
Sin
embargo, el proceso de olvido más complicado se encuentra en la activación de
los recuerdos no físicos, esas asociaciones sensoriales, emocionales. La
tendencia del ser humano es recordar los momentos felices y transformar el
recuerdo en una situación perfecta. Activar la memoria y reconocer los momentos
desagradables permite reaccionar.
Propongo no olvidar! Propongo recordar de otro
modo! Construir una red de recuerdos no dolorosos!
Cambia
de ruta ,realiza actividades nuevas y recuerda nuevos aspectos: Los nuevos
recuerdos tristes te permiten ubicar la experiencia en un espacio emocional
menos ideal y en la situación contraria los nuevos recuerdos alegres te
permitirán rescatar del dolor tu experiencia.
En
ambos casos la intención es abandonar el “Ay,Ay,Ay”, la queja y decidir ser
dueño o dueña de la perspectiva de la vida deseada y vivida.
El sistema de la memoria está
subordinado al de las intenciones o decisiones. Lo que haga referencia a la
memoria lo tenemos que considerar siempre desde el aquí y ahora, desde nuestro
presente. Es desde el instante presente que el sujeto recompone otro tiempo
imaginario que existe en tal presente en forma de imagen sensorial.
La obligación de pensar las
situaciones en nuestro presente y tomar las decisiones oportunas en presente
subordina toda la serie de datos. No se puede decir que ninguna imagen del
pasado nos asalte, sino que los datos los traemos según las necesidades
actuales. Al nutrir nuestro presente con nuevas experiencias decidimos y
creamos nuevas necesidades. Los recuerdos no gratos se alejarán y así tenemos una memoria magnífica para olvidar.
Podemos seguir a Mario
Benedetti: El olvido está tan lleno de
memoria que a veces no caben las remembranzas y hay que tirar rencores por la
borda.
Referencias:
Benedettti,M (1995) Ese gran simulacro en El Olvido está tan
lleno de memoria. Buenos Aires: Editorial Suramericana.
Catalán B,J. Memoria,Olvido,Decisión [ Artículo en línea], Disponible
en : http:www.cop.es
/colegiados/a-oo512/imaginacion-y-memoria.html [Consultado: 2011,abril
15]
Sabines,J (2001) Antología. Madrid :Ediciones Carmen Bay. Colección
Visor de Poesía.
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