martes, 23 de abril de 2013

Leer es.... Día del Libro.


Un hermoso homenaje a la lectura desde varios lectores. ¿Qué es para ti leer? . Una pregunta que invita a las respuestas más interesantes de niños , jóvenes y adultos.
¿Qué es para ti leer? Hoy Día del Libro nos preguntamos... ¿Qué es leer? vivir, viajar, experimentar y saborear  en una mezcla sensorial única.

Leer.es presenta en su portal información valiosa acerca de la lectura. Te invito a revisarlo.

Julio Garmendia y su Cuento Ficticio






El día del libro es día de homenaje a la lectura y a los innumerables lectores de obras literarias en el mundo. El escritor Julio Garmendia desarrolló un texto de homenaje a la ficción que transcribo hoy para conmemorar la creación humana en palabras.


El Cuento Ficticio de Julio Garmendia


HUBO UN TIEMPO en que los héroes de historias éramos todos perfectos y felices al extremo de ser completamente inverosímiles. Un día vino en que quisimos correr tierras, buscar las aventuras y tentar la fortuna y, andando y desandando de entonces acá, así hemos venido a ser los descompuestos sujetos que ahora somos, que hemos dado en el absurdo de no ser absolutamente ficticios, y de extraordinarios y sobrenaturales que éramos nos hemos vuelto verosímiles, y aun verídicos, y hasta reales… ¡Extravagancia! ¡Aberración! ¡Como si así fuéramos otra cosa que ficticios que pretendemos dejar de serlo! ¡Como si fuera posible impedir que sigamos siendo ilusorios, fantásticos e irreales aquellos a quienes se nos dio, en nuestro comienzo u origen, una invisible y tenaz torcedura en tal sentido! Yo –¡palabra de honor! – conservo el antiguo temple ficticio en su pureza. Soy nada menos que el actual representante y legítimo descendiente y heredero en línea recta de los inverosímiles héroes de Cuentos Azules de que ya no se habla en las historias, y mi ideal es restaurar nuestras primeras perfecciones, bellezas e idealismos hoy perdidos: regresar todos —héroes y heroínas, protagonistas y personajes, figuras centrales y figurantes episódicos— regresar, digo, todos los ficticios que vivimos, a los Reinos y Reinados del país del Cuento Azul, clima feliz de lo irreal, benigna latitud de lo ilusorio. Aventura verdaderamente imaginaria, positivamente fantástica y materialmente ficticia de que somos dignos y capaces los que no nacimos sujetos de aventuras policiales de continuación o falsos héroes de folletines detectivescos. Marcha o viaje, expedición, conquista o descubrimiento, puestos bajo mi mando supremo y responsabilidad superior.
Mi primer paso es reunir los datos, memorias, testimonios y documentos que establecen claramente la existencia y situación del país del Cuento Inverosímil. ¿Necesito decirlo? Espíritus que se titulan fuertes y que no son más que mezquinos se empeñan en pretender que nunca ha existido ni puede existir, siendo por naturaleza inexistente, y a su vez dedicarse a recoger los documentos que tienden a probar lo contrario de lo que prueban los míos: como si hubiera algún mérito en no creer en los Cuentos Fabulosos, en tanto que lo hay muy cierto en saber que sí existieron. Como siempre sucede en los preámbulos de toda grande empresa, los mismos que han de beneficiar de mis esfuerzos principian por negarse a secundarme. Como a todo gran reformador, me llaman loco, inexperto y utopista… Esto sin hablar de las interesadas resistencias de los grandes personajes voluminosos, o sea los que en gruesos volúmenes se arrellanan cómodamente y a sus anchas respiran en un ambiente realista; ni de los fingidos menosprecios de los que por ser de novela o novelón, o porque figuran en novelín, lo cual nada prueba, se pretenden superiores en rango y calidad a quienes en los lindes del Cuento hemos nacido, tanto más si orígenes cuentísticos azules poseemos.
Pero no soy de aquéllos en quienes la fe en el mejoramiento de la especie ficticia se entibia con las dificultades, que antes exaltan mi ardor. Mi incurable idealismo me incita a laborar sin reposo en esta temeraria empresa; y a la larga acabaré por probar la existencia del país del Cuento Improbable a estos mismos ficticios que hoy la niegan, y hacen burla de mi fe, y se dicen sagaces sólo porque ellos no creen, en tanto que yo creo, y porque en el transcurso de nuestro exilio en lo Real se han vuelto escépticos, incrédulos y materialistas en estas y otras muchas materias; y no solamente he de probarles, sino que asimismo los arrastraré a emprender el viaje, largo y penoso, sin duda, pero que será recompensado por tanta ventura como ha de ser la llegada, entrada y recibimiento en el país del Cuento Ilusorio, cuyo solo anuncio ya entusiasma, de las turbas de ficticios de toda clase y condición, extenuados, miserables y envejecidos después de tanto correr la Realidad y para nunca más reincidir en tamaña y fatal desventura.
Algunos se habrán puesto a dudar del desenlace, desalentados durante la marcha por la espera y la fatiga. No dejarán de reprocharme el haberles inducido a la busca o rebusca del Reino Perdido, en lo cual, aun suponiendo, lo que es imposible, que nunca lo alcanzáramos, no habré hecho sino realzarlos y engrandecerlos mucho más de lo que ellos merecen; y como ya empezarán por encontrarlo inencontrable, procuraré alentarlos con buenas palabras, de las que no dejará de inspirarme la mayor proximidad del Cuento Irreal y la fe que tengo y me ilumina en su final descubrimiento y posesión. Ya para entonces he de ser el buen viejo de los cuentos o las fábulas, de luengas barbas blancas, apoyado en grueso bastón, encorvado bajo el peso de las alforjas sobre el hombro; y al pasar por un estrecho desfiladero entre rocas o por una angosta garganta entre peñas, y desembocar delante de llanuras, esto al caer de alguna tarde, extendiendo la mano al horizonte les mostraré a mis ficticios compañeros, cada vez más ralos y escasos junto a mí, cómo allá lejos, comienza a asomar la fantástica visión de las montañas de los Cuentos Azules…
Allí será el nuevo retoñar de las disputas, y el mirarse de soslayo para comunicarse nuevas dudas, y el inquirir si tales montañas no son más bien las muy reales, conocidas y exploradas montañas de tal o cual país naturalmente montañoso donde por casualidad nos hallaríamos, y el que si todas las montañas de cualquier cuento o país que fueren no son de lejos azules… Y yo volveré a hablar de la cercana dicha, de la vecina perfección, de la inminente certidumbre ya próxima a tocarse con la mano.
Así hasta que realmente pisemos la tierra de los Cuentos Irreales, adonde hemos de llegar un día u otro, hoy o mañana, dentro de unos instantes quizás, y donde todos los ficticios ahora relucientes y radiantes vienen a pedirme perdón de las ofensas que me hicieron, el cual les doy con toda el alma puesto que estamos ya de vuelta en el Cuento en que acaso si alguna vez, por único contratiempo o disgusto, aparece algún feo jorobado, panzudo gigante o contrahecho enano. Bustos pequeños y grandes estatuas, aun ecuestres, perpetúan la memoria de esta magna aventura y de la ciencia estudiada o el arte no aprendido con que desde los países terrestres y marítimos, o de tierra firme e insular, o de aguas dulces y salobres, supe venir hasta aquí, no solo, sino trayendo a cuantos quisieron venir conmigo y se arriesgaron a desandar la Realidad en donde habían penetrado. Mis propios detractores se acercan a alabar y celebrar mi nombre, cuando mi nombre se alaba ya por sí mismo y se celebra por sí sólo. Los gordos y folletinescos poderosos que ayer no se dignaban conocerme ni sabían en qué lengua hablarme, olvidan su desdén por los cuentísticos azules, y pretenden tener ellos mismos igual origen que yo, y además haberme siempre ayudado en mis comienzos oscuros, y hasta lo prueban, cosa nada extraña en el dominio de los Cuentos Imposibles, Inverosímiles y Extraordinarios, que lo son hoy más que nunca. . . Mi hoja de servicios ficticios es, en suma, de las más brillantes y admirables. Se me atribuyen todas las dotes, virtudes y eminentes calidades, además de mi carácter ya probado en los ficticios contratiempos. Y, en fin, de mí se dice: Merece bien de la Ficción, lo que no es menos ilustre que otros méritos. . .
Por lo cual me regocijo en lo íntimo del alma, me inclino profundamente delante de Vosotros, os sonrío complacido y me retiro de espaldas haciéndoos grandes reverencias…

jueves, 18 de abril de 2013

Diez Menús Bien Pensados un libro con sabor y poesía




  Diez menús bien pensados es  un libro delicioso.  10 “amantes del arte de la cocina entregan sus recetas cargadas de recuerdos y reflexiones acerca de la experiencia de cocinar y comer.
  El filósofo Juan Nuño, los especialistas en comunicación Antonio Pasquali y Oswaldo Capriles, el poeta Enrique Hernández D’Jesús, el profesor  e investigador de física Fernando González, el licenciado en Letras,Historia y Filosofía del Arte Joaquín González, el periodista Miro Popic, los escritores y críticos de literatura Oscar Sambrano Urdaneta y Rafael Di Prisco y el pintor Carlos Hernández Guerra, unidos para deleitar a lectores golosos. El texto es sensorialidad y gozo degustativo.
Transcribo para ustedes parte de las palabras de Enrique Hernández D´Jesús en Un sibarita en el trópico:
  “ Usted se dará cuenta que se cura saboreando, y el paladar combina el sabor con la pasión, el amargo con la raíz del fruto, el dulce con la ternura, el ácido con la tristeza, el simple con la indiferencia” (página 105)
   La asociación de sabores a sensaciones, emociones y… acciones es casi denotativa. La relación dulce-ternura apela a suavidad, caricia en las papilas gustativas y el recuerdo. El ácido con la tristeza por su sensación aguda y punzante en la boca. La indiferencia con lo simple es asociar  la falta de interés con la falta de sal o esa postura de asumir un estado de ánimo desde donde no se manifiesta interés por alguien o algo.
   Los venezolanos somos apasionados, coloridos y pocos   indiferentes…
   

jueves, 11 de abril de 2013

El Principito y sus 70 años

El Principito de Antoine de Saint Exupéry cumplió setenta años de su primera publicación y el mundo lo celebra. El sábado 6 de abril cumplió 70 años y es un a historia metafórica que ha acompañado a niños y adultos de todo el mundo. Cada personaje un símbolo de emociones y acciones, cada viaje una metáfora de la vida. "Lo esencial es invisible a los ojos" es su frase más repetida y condensa la fuerza de su mensaje.
  Les entrego el enlace del texto por capítulos en español, inglés y francés con la experiencia sonora del Audiolibro. Espero les guste!


 
Antoine de Saint Exupéry

http://albalearning.com/audiolibros/exupery/elprincipito.html



jueves, 4 de abril de 2013

Coldplay y Don Quijote















Don Quijote 

Abandonamos la Mancha
nos dirigimos hacia llanos más altos, 
Sancho Panza y yo. 

Buscando aventuras, 
Rocinante llevaba las riendas 
para encontrar respuestas en los molinos de viento. 

Nunca estarás solo, 
nunca volverás a estar solo, 
nunca estarás solo, 
nunca volverás a estar solo. 

Dicen 
que la lluvia de España no te moja. 

Entonces me enviaron un doctor 
para examinar mi cerebro, 
dijo: "no es demasiado inteligente". 

Cuando el mundo, 
cuando el mundo te parezca 
demasiado cruel 
cree en uno mejor, 
haz uno mejor. 

Así que dile a esa princesa, 
dile a esa princesa 
al fondo del tren, 
dile a esa princesa 
que no volverá a estar sola nunca más, 

Dicen 
que la lluvia de España no te moja, 
dicen 
que la lluvia de España no te moja. 

La voluntad del pueblo canta... 

Olé, olé, olé... 

Dicen 
que la lluvia de España no te moja, 

Nunca te mojarás en la lluvia de España...